Feliz
2015
“Ha
aparecido la benignidad de Dios entre nosotros”, dice la liturgia
de estos días.
Estamos
celebrado la Navidad. Estamos contemplado, besado y acariciado el
misterio del Amor en un niño. Alegría de una visita maravillosa. Y
ahora a crecer, entre pruebas y peligros, pero llamados a crecer en
humanidad.
2015,
Año Nuevo. Nosotros hemos llegado y saludamos con asombro el Nuevo
Año. Y queremos que sea feliz.
La felicidad no se
compra en el supermercado.
La felicidad no se
suda a base de buscarla.
La felicidad no es
un anuncio de televisión.
La felicidad que
queremos todos y para todos es esforzada, responsable y solidaria.
La felicidad es
aceptación de nuestra condición humana con sus limitaciones, sus
imperfecciones y su fragilidad.
Feliz
Año Nuevo, aunque al día siguiente se nos quede viejo.
Empeño
por ser mejores cada día.
“Y
le fue peor en las Américas porque la felicidad no consiste en
cambiar de sitio sino en cambiar de vida”. (Quevedo)
Cambiar
de vida es reorientarla hacia Dios y los hermanos.
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