Una persona que quiere venganza guarda sus
heridas abiertas y el rencor puede consumir su existencia.
La vida es un constante empezar y terminar,
se nos presentan diferentes etapas o situaciones y es preciso saber y aceptar
cuando el final de un ciclo de vida ha llegado.
Muchas veces el pasado lo añoramos en
nuestro presente, nos negamos a dejarlo ir, insistimos en buscar los por qué,
si después de todo, nadie nos prometió que seríamos niños para siempre, ni
siquiera nos podemos afanar por estar unidos a quien también ya cerró su ciclo
con nosotros.
Hoy es el día de dar vuelta a la página y
entender que lo único que nos pertenece es el presente, lo que vivimos hoy, y
si ese hoy se va, dejémoslo ir, soltémoslo aunque no nos valoren ni nos
reconozcan, aunque sintamos que el corazón se desgarra y no veamos más allá de
tanto llorar, solamente debemos asegurarnos de que dimos lo mejor de nosotros.
Dios para TODO tiene un plan, podemos
sentir ira, enojo, rencor, y ganas de tomar venganza por nuestras propias
manos, solamente deja TODO en sus manos, Dios se encargará a su tiempo de
levantarnos.
Así que ADELANTE!
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