Te lo suplico, vive feliz, vive en paz.
Que nada te altere
Que nada sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de que el Señor continuamente te dirige,
Y en el fondo de tu alma coloca antes que nada, como fuente de energía y criterio de verdad, todo aquello que te llene de la paz de Dios.
Recuerda: cuanto te deprima e inquiete, es falso.
Te lo asguro en nombre de las leyes de la vida y de las promesas de Dios.
Por eso cuando te sientas apesadumbrado, triste, adora y confía.
Teilhard de chardin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario