Aprende
a orar de Diez Maneras
- Comienza por saber escuchar. El cielo emite día y noche.
- No ores para que Dios realice tus planes, sino para que tú interpretes los planes de Dios.
- No olvides que la fuerza de tu debilidad es la oración. Cristo dijo: “Pedid y recibiréis”.
- El pedir tiene su técnica. Hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo.
- ¿No sabes qué decirle a Dios? Háblale de vuestros mutuos intereses. Muchas veces. Sin miedo a ser pesado. Y a solas.
- No conviertas tu oración en un monólogo; harías a Dios autor de tus propios pensamientos.
- Cuando ores no seas engreído, ni demasiado humilde. Con Dios no valen trucos. Sé cuál eres.
- ¿Y las distracciones involuntarias? Descuida. Dios y el Sol broncean sólo con ponerse delante.
- Si alguna vez piensas que cuando hablas a Dios, Él no te responde, lee la Biblia.
- No hables nunca de “ratos de oración”. Ten vida de oración.
El
mensajero del Corazón de Jesús.
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