jueves, 27 de septiembre de 2012

¿NOS IMPORTA QUE NOS LLAMEN......?

¿Nos importa que nos llamen soñadores...?  Sin sueños no hay posibilidad de cambio, de movimiento, de mejora, de conversión, de progreso...Sin sueños solo queda esperar el final..la muerte. Dejar pasar el tiempo, detenerse a mirar la vida como enfrentarse a un escaparate, mientras la vida fluye y se escapa a nuestro alrededor, sin que nosotros la vivamos....

...Ingenuos?  Porque pensamos que otro mundo es posible..y que está en nuestras manos contribuir a es cambio. Para lo que aquellos es ingenuidad, para nosotros es FE, ESPERANZA y CARIDAD. La ingenuidad de la que hablan es nuestra fuerza : saber que con ÉL TODO y sin ÉL NADA. Hay que sentirse muy ingenuo y valiente para ser como niños, para ver todo siempre con ojos nuevos, para no perder la capacidad de asombrarse, de maravillarse, de alegrarse. Hay que ser ingenuos para descubrir razones donde otros solo ven excusas...ingenuos para creer en la civilización del Amor...que sí, que existe.

...Inquietos? Porque no nos limitamos a vivir nuestra vida....porque no renunciamos a intentar ser luz y sal del mundo, a intentarlo tantas veces como sea necesario, sin desfallecimiento, sin que el desánimo nos venza.
Y aunque parezca que alcanzas la linea del horizonte esta se aleja a la misma velocidad, eso no nos impide seguir avanzando...nos motiva a caminar más rápido. No sé lo que me espera....pero yo sigo a Cristo, pues me ha prometido que donde Él está yo estaré-

Nos llamarán perdedores, porque somos amigos de las "causas perdidas" pero preguntamos ¿Qué sería del mundo sin causas por las que merezca la pena perder? Perder no es el final. Para ganar hay que perder. No hay victoria sin derrota. Para ganarlo todo hay que perderlo todo. No perseguimos gloria o fama propias, ni riquezas. Nos importan los corazones y no las monedas, porque nuestra ganancia es Cristo,
(extractado de "SHEMÁ" septiembre 12)

miércoles, 12 de septiembre de 2012

UN NUEVO CURSO .....EN NUESTRA PARROQUIA

Ya pasaron el mes y medio o dos meses en el que nos olvidamos de la rutina diaría. Ahora volvemos a ella y no siempre es fácil reencontrase con la rutina...Hay que comenzar, mejor, recomenzar, para conocer mejor nuestra fe, reflexionar sobre ella, robustecerla, y mejorar nuestra relación con Dios. Y ¿Cómo lo podemos conseguir?
Vamos a ver si podemos cumplir unos objetivos sencillos:
-Fortalecer nuestra conciencia comunitaria, el lugar donde expresamos y celebramos nuestra alegria cristiana. Nuestra Parroquia.
-Tenemos que recuperar nuestra vida de piedad y comunitaria que estos meses nos han arrebatado.
-Vamos a prometernos a nosotros mismos, participar en las reuniones y actividades Parroquiales. ¡¡ Todos somos necesarios y...algo imprescindibles!!
- Tenemos que suprimir barreras, prejuicios, timideces para tratar a toda la comunidad parroquial con agrado y alegría fraternal.
- Vamos a convercernos de una vez por todas que somos testigos de Jesús  y por tanto vamos a anunciarle como lo que es: Camino, Verdad y Vida.
- Y, por último, vamos a recordar y vivir las obras de Misericordia.
Estos son objetivos concretos y todos y cada uno de nosotros debemos esforzarnos para hacerlos realidad. Un desprecio, una indiferencia, un olvido intencionado, un gesto despectivo, puede herir el corzóan o la fe de las personas que las sufren, porque todos somos responsables de las alegrías y tristezas de nuestro alrededor. Por eso es bueno que nos preguntemos:
-¿Conozco a la mayoría de los cristianos que expresan y celebran su fe en la misma Parroquia que yo? ¿Los saludo? ¿ Busco ocasión para entablar conversación y conocernos mutuamente mejor?
- ¿Procuro participar en los grupos parroquiales, charlas o reuniones aportando lo mejor de mi mismo?
-¿Participo en los actos parroquiales ? ¿O me excuso pensando que no me conocen ni soy necesario?
-Procuro dar testimonio de mi condición de cristiano y actúo con alegría, optimismo y buen ejemplo en la familia, en el trabajo y cualquier otro lugar?
-¿ Me atenaza el "qué dirán" y ando aquí y allá disimulando mi condición de cristiano?
-¿Me propongo vivir cada día una obra de misericordia?
Todo esto no es ni utopía, ni es algo imposible. Propóntelo y pide ayuda a....Jesús. ¡Veras como no es tan difícil!