lunes, 23 de julio de 2012

ENVIDIADOS.... Y POR ESO ODIADOS

Los católicos somos envidiados y por eso precisamente odiados. Ninguna institución religiosa o simplemente humana a tiende y cuida a más necesitados, ni alegra a más tristes, ni da vida  a más moribundos o defiende más a los no nacidos...como lo hace la Iglesia Católica, los católicos..Y esa generosidad suscita admiración o envidia. Y quién admira, ayuda. quién envidia, odia. Jesús fue odiado por los importantes y admirado por los sencillos.
Los católicos cogen la Cruz en vez de la pistola, la fe en lugar de la desesperación, la piedad en lugar del "ojo por ojo". Jesús dijo:" El que quiera  que coja su Cruz y que me siga". Así el católico es aquél que renuncia, llegado el caso, a sus derechos para no perder el derecho a ser católico, seguidor de Jesús sabiendo que "todo lo puede en Aquel que le conforta".
Alrededor de la Iglesia Católica, los hombres frívolos no dejan de cavar un hondón de desprestigio para disuadir a las buenas personas para entrar, amar y ser Iglesia.
La temperatura de los católicos es siempre agradable por mucha agua helada que le arrojen. El perfume de las buenas obras de los católicos es más poderoso que el hedor de las aguas putrefactas que le lancen.

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