miércoles, 25 de marzo de 2015

¿QUÉ TREN TOMAR...?

 
Sí hay un ir y venir de trenes, pero ¿cuál es el tren de la Vida, la vida con mayúscula? Yo sé que hay trenes que es mejor no tomar, sino perder. Sé que hay trenes que tomamos sin querer, por ir adónde va la gente, o porque nos han subido otros. Pero yo quiero tomar el tren que me lleve a vivir en armonía con Dios y en fraternidad con todos. Sé que en el tren que voy no es el adecuado. ¿Por qué sé que no es el adecuado? Porque lo que veo y oigo, en vez de agradarme, son como golpes que me descargaran sobre mi corazón.

Una anciana vestida como una adolescente. Una joven con cascos sobre sus oídos y un arpa sobre sus manos. Una madre joven que grita a sus hijos y culpa a sus hijos del fracaso de su matrimonio. Dos chicos que se carcajean recordando que en la noche del sábado "cogieron un pedo" que hasta perdieron el control de los esfínteres y se gritan: ¡Jo tío, el sábado próximo hay que repetirlo! … y cierro los ojos para no ver a más pasajeros. ¡Este tren no es el mío, me digo a mí mismo!

Yo creía que desde la Resurrección de Jesucristo, los trenes de la Vida se habían desprendido de trayectos chabacanos y los viajeros habían lanzado por las ventanillas inmadurez y tonterías dañinas. Después de la Resurrección, las palabras y los actos de las personas debe-rían tener el color de la Vida, pero veo personas que culpan a los demás de todas sus tonterías. ¿Y yo qué puedo hacer para mejorar a los pasajeros de los trenes de la vida? ¡Ya lo sé!

- Sonreiré a los que caminan sin sonrisa

- Miraré a los que miran sin querer ver.

- Tenderé mis manos a los que no las sacan de sus bolsillos.

- Alegraré a los tristes como si fueran cielos sin estrellas.

- Querré a los que no me gustan.
- Ofreceré ilusión a los que viven en continua apatía y le rogaré al Señor que todas las personas se acerquen a Él para que participen de su misma Vida.

Que todos los cristianos griten: ¡Cristo es el tren que nos lleva a la Vida, Cristo en sí ya es Resurrección, ya es Vida!

Julián Escobar

viernes, 20 de marzo de 2015

EL TRATO A LOS DEMÁS...

EL TRATO A LOS DEMÁS

Si bien los sistemas técnicos cambian con rapidez, los sistemas que rigen nuestra conducta social han evolucionado muy poco y obtenemos de la vida lo que queremos sólo trabajando con los demás. Para conservar esa perspectiva, siga estas reglas:





* Para tener un amigo hay que saber serlo. Lo que más anhela una persona es sentirse necesitada; ayude a crear esa sensación en los demás.

* La mayor virtud es la bondad; no se puede amar a todas las personas pero se puede ser bondadoso con todas.

* No trate de impresionar a los demás; déjelos darse el gusto de impresionarlo a usted.

* Sea entusiasta; nunca se ha logrado nada importante sin entusiasmo.

* Sea positivo; la gente positiva atrae a los demás, mientras que la negativa genera rechazo.

* Se influye más en otros escuchando que hablando. El chisme rebaja más al chismoso que a la persona de quien este habla.

* Llame a las personas por su nombre.

* Comunique alegría.

* Interésese genuinamente por los demás; anímelos a hablar de sí mismos.

* Una sonrisa no cuesta nada y rinde notables dividendos; no sólo hace que se sienta usted bien, sino que ayuda a los demás a sentirse mejor.

* Sea el primero en decir: ¡Hola! Me da gusto verte.

* Siga esta regla de oro: Trate a los demás de la misma forma que le gustaría a usted ser tratado.

sábado, 7 de marzo de 2015

Examinate en esta cuaresma

¿Examina en esta Cuaresma cuál es tu punto débil?
Mejor que tener es ser
Mejor que famas es reconocimiento
Mejor que infundir temor es irradiar amor.
Mejor que melancolía es alegría
Mejor que rendirse es luchar.

No vivas enrocado en tí mismo por miedo a equivocarte, si luchas y pone en tu lucha a Cristo, no tienes por qué tener miedo.

Comencemos reconociendo nuestros pecados y nuestros deseos de ser mejores.

lunes, 2 de marzo de 2015

AYUNAR....

JESUS, dame la capacidad y voluntad para:

💠 Ayunar de palabras hirientes y transmitir frases de cariño.
💠 Ayunar de descontento y llenar de gratitud.
💠 Ayunar de enojos y ser más paciente.
💠 Ayunar de pesimismo y llenar de esperanza.
💠 Ayunar de preocupaciones y confiar en Dios.
💠 Ayunar de quejarme,  y asombrarme mejor con las cosas sencillas de la vida.
💠 Ayunar de las presiones,  y llenarme de oraciones.
💠 Ayunar de juzgar a otros, y descubrir al Jesús que vive en ellos.
💠 Ayunar de tristeza y amargura para alegrar el corazón.
💠 Ayunar de egoísmo,  y tener compasión por los demás.
💠 Ayunar de faltas de perdón y reconciliarme.
💠 Ayunar de palabras....  para llenarme de silencio y escuchar a los demás

miércoles, 25 de febrero de 2015

Máximas de la humildad

MÁXIMAS DE LA HUMILDAD


 
En la carpeta de trabajo del ex ministro de la Guerra de la Argentina, general Manuel A. Rodríguez, cuya muerte ocurrió el 23 de febrero de 1936, se hallaron estas máximas, escritas por su mano. Cada una de ellas encierra una norma de humildad y de fe. Dicen:


En silencio, realizar buenas obras.
En silencio, amar a Dios y a las personas.
En silencio, cumplir con su deber.
En silencio, aceptar la voluntad de Dios.
En silencio, alegrarse con los demás.
En silencio, callar los defectos ajenos.
En silencio, desear todo bien.
En silencio, superar las adversidades con Jesús.
En silencio, renunciar a superficialidades.
En silencio, mirar el Cielo.
En silencio, alcanzar la virtud.
En silencio, hacer el bien hasta la muerte.


 
 
 
 
 
 

 
 
 
 


jueves, 19 de febrero de 2015

El traje cuaresmal

El traje cuaresmal

traje-cuaresmal
El traje cuaresmal
1.- Con el color morado, nos prepara para encaminarnos con sobriedad y profundidad a la alegría de la Pascua.
2.- Con la tela de la sencillez, nos invita a compartir algo de nosotros con los más necesitados de vienen y de afecto.
3.- Con las mangas de la oración, nos da la posibilidad de alcanzar la amistad con Dios intentando saber su voluntad.
4.- Con los zapatos de la penitencia, nos invita a no colocar las cosas por encima de Dios y a no dejar de lado nuestra vida cristiana.
5.- Con la costura de la Palabra de Dios, nos da la posibilidad de no quedarnos sin respuesta o desnudos en situaciones complicadas de nuestro vivir.
6.- Con el ojal de la contemplación, nos empuja a ver una realidad que nuestros ojos no alcanzan pero nuestras entrañas sienten.
7.- Con el hilo del silencio, nos hace sentirnos en armonía con nosotros mismos y en sintonía con el Señor que camina a nuestro lado.
8.- Con el cinturón, nos señala el camino de la cruz para ajustarnos en aquello que haga falta para seguir a Jesús.
9.- Con el reloj, nos recuerda que la vida es una oportunidad para la fidelidad a Dios o, por el contrario, para nuestro galanteo con el maligno.
10.- Con su belleza, nos anuncia que la PASCUA es el traje que lucirán los que siguen a Cristo con la cruz, camino del calvario, pero creen en su Resurrección y Vida Eterna.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Miércoles de ceniza

MIERCOLES DE CENIZA. COMIENZA EL TIEMPO DE CUARESMA
 
Con el miércoles de ceniza comenzamos el tiempo de cuaresma, invitación a la oración, buscando encontrarnos con nosotros mismos, con nuestro corazón y nuestra vida. Es en sí una invitación a mirar nuestra vida a la luz del proyecto del Padre, para ver hasta donde lo que estamos viviendo refleja y expresa la voluntad del Señor. El Señor nos propone cambiar lo que no corresponde a su amor, nos invita a la conversión, al cambio de vida, a reorientar nuestra existencia colocándonos a la luz de su voluntad. Él nos invita a dejar aquello que no coincide con el estilo de vida y el espíritu cristiano. El miércoles de ceniza es el final del tiempo del carnaval, donde justamente el espíritu es totalmente lo contrario al que se nos propone en la cuaresma, pues en los días de carnaval, lo propio y lo característico de ese tiempo es fingir y aparentar, expresado en los disfraces y en las máscaras, aparentar aquello que uno no es. Pero a partir de la cuaresma se busca exactamente lo contrario, pues aquí se busca sincerarse uno mismo, reconociendo y valorando lo que uno es, sacándose las máscaras que uno podría ir colocándose a lo largo de la vida. Es un buscar ser auténticos y sinceros con uno mismo a la luz de Dios, a cambiar aquello que nos separa o nos aleja de Dios, a dejar aquellas actitudes de pecado que no nos dejan vivir en plenitud.