miércoles, 30 de enero de 2013

¿Miramos dentro de nosotros mismos?

El problema es tan anterior a la época actual que ya el Papa Pío XI afirmaba el 20 de diciembre de 1929 "que la enfermedad más grave de la edad moderna es la falta de reflexión" Efectivamente tenemos un afan insaciable de riquezas y placeres. estamos esclavizados por las cosas efímeras, no examinamos nuestro interior y por tanto pensamos muy poco en Dios que es nuestro principio y nuestro fin.
Hoy más que en cualquier otro riempo, quizás más que núnca somos atraídos por el mundo exterior y nos olvidamos de nuestro interior. En nuestro interior está cuanto sabemos y donde Dios depósito su "marca" de fábrica, el alma. Con demasiada frecuencia nos quedamos absortos contemplando lo exterior, los asuntos externos, pendientes de la radio, las revistas, la televisión, el ordenador o la tableta, esclavos del teléfono móvil, y, claro, no hay tiempo para mirar dentro de nosotros mismos, para oir la voz de Dios, no lo olvidemos, la voz de nuestro Creador.  La conciencia. Esa es la pantalla en la que nos podemos mirar a nosotros mismos y examinar nuestro interior, pero hoy todo el empeño es que la sustituyamos por la pantalla de la televisión, la de la tableta o la del ordenador. Y a veces para tan solo juguetear ante ellas sin hacer nada siquiera provechoso.
Está escrito en el Apocalipsis "....Conozco tus obras y que tienes nombre de vivo..pero estás muerto...No he hallado tus obras cumplidas en presencia de mi Dios. Por tanto acuerdate de lo que has recibido y has escuchado y guardalo y arrepientete".
Recapacitemos, meditemos cuanto hemos escuchado y recibido de Dios. Para todos es necesario la reflexión. Meditar sobre nuestra propia vida y podremos retornar o mantenernos en Dios y en el retorno a Dios "el alma resurge a su primitiva nobleza y grandiosidad"

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De la separata "Testimonio Cristiano" de la revista "SHEMÁ" febrero 2013.